Por: Daniela Encarnación
Escribir
puede ser tan fácil como juntar palabras, pero escribir bien va más allá
incluso de la buena utilización de la ortografía, las figuras y recursos literarios.
En
Internet, entran factores como, el objetivo final de nuestro texto o que
queremos contar. Y es precisamente de estos elementos de los que voy a hablar
en este post.
Primer paso: ¿Cuál es el objetivo?
Las
personas son libres de hacer con su blog lo que gusten. Y si el objetivo es
escribir por mero placer, ese será única y exclusivamente su objetivo.
Sin
embargo, cuando nos proponemos realizar un blog más profesional, resulta
fundamental tener unos objetivos claros, una misión y visión de nuestro
proyecto, así que en cada post debes plantearte si va acorde con tus objetivos.
Segundo paso: ¿Qué queremos contar?
Si no tenemos claro esto, lo más probable es
que nos pongamos a escribir, escribir y escribir, pero… tras tener unos cuantos
párrafos, nos demos cuenta de que están vacíos de contenido, sin una estructura
clara, y por tanto, sin sentido para el lector. Lo ideal en esta fase es
indicar en una frase corta el principal tema que vamos a tratar, y luego, en
varios puntos, otros elementos que creamos importante desarrollar.
Tercer paso: ¿Quién es nuestro público?
Antes
de escribir debes tener en cuenta a quien quieres llegar. Internet es de libre
acceso para todo el mundo y puedes tener lectores que no sean el tipo de
público que busques. A la hora de hacer un post para un blog, resulta
fundamental que tengas claro a quién te diriges.
En
función de quien sea nuestro público, podremos enfocar una temática desde un
punto de vista u otro, de forma más general o detallada, entrando en conceptos
más estratégicos, o por el contrario, centrándonos en el trabajo táctico.
Cuarto paso: ¿Cómo contarlo?
En
función de los factores anteriores determinaremos la forma de trasladar la
información que deseamos.
Es importante tener en cuenta numerosos
elementos a la hora de hacer un post para un blog en esta fase: tipo de
lenguaje, si vamos a usar recursos fotográficos, vídeos, esquemas o
infografías, la extensión del texto, la profundidad del contenido, si se va a
introducir algún elemento para obtener feedback como apelación a los comentarios,
lead magnets o suscripción, etc.
Hay
quienes dicen que este debería de ser el primero. (Especialmente los llamados
expertos en SEO), es fundamental a la hora de crear una estrategia de
contenidos para un blog, tener un estudio de palabras claves que nos guíen a la
hora de plantear temas, pero eso no quiere decir que nos tengamos que limitar a
ellas. También es importante salirse de la línea, investigar nuevos campos y
decidir, en función de la evolución del proyecto, la incorporación de nuevas
palabras claves.
Es
en este punto donde, ya sabiendo qué queremos contar, buscaremos la mejor forma
de posicionarlo encontrando una keyword principal para utilizar en nuestro
post, el cual también trataremos de relacionarlo con los contenidos anteriores
con el fin de potenciar su SEO. También buscaremos fuentes de referencia a
enlazar con un buen SEO y keywords secundarias a tener en cuenta.
Sexto paso: Esquema general
Es
realmente recomendable, tanto por cuestiones de SEO como de entendimiento por
parte del lector, que comencemos con la información más importante nuestro
texto (un breve resumen) y continuemos con el resto de información desde la más
a la menos importante, e incluso generando apartados concretos con subtitulares
que dividan el texto y den ritmo a la lectura, permitiendo la tan famosa
lectura vertical. Esto es a lo que, de toda la vida, se llamaba la pirámide
invertida del periodismo.
En
definitiva, es crear un esquema con la siguiente información:
Título:
palabra clave + lo más destacable de la información que vamos a plasmar en el
post.
Entrada:
los elementos más importantes o resumen introductorio de la información (qué,
quién, dónde, cómo, cuándo y por qué).
Cuerpo:
la información anterior más detallada, que podremos estructurar con distintos subtítulos
(H2, H3…).
Otros
detalles: información adicional que pueda ser útil al lector. En el caso de
Internet este apartado suele obviarse o sustituirse por enlaces o fuentes de
referencia.
Conclusión
o cierre: es el mejor momento para introducir la opinión del autor y apelar al
lector para que traslade la suya a través de los comentarios.
Séptimo paso: Redacción
Y
por fin llegar el momento tan esperado por todos… ¡vamos a escribir nuestro
post! Para ello, ten en cuenta la estructura anterior y no olvides utilizar tu
keyword principal en el titulo (que no ha de superar los 65 caracteres), el
slug (que no ha de superar los 40 caracteres), la meta description (con un
máximo de 156 caracteres) y el alt de las imágenes. Además, el texto deberá de
tener más de 300 palabras un una densidad de palabra clave de entre el 3 y el
7%.
Reflexionar
para que nuestros contenidos resulten más atractivos para el lector concreto al
que nos dirigimos, es un paso que no siempre se tiene en cuenta, a veces, con
tan solo cambiar la imagen destacada o el titular, podemos conseguir que un
post pase de mediocre a viral en un abrir y cerrar de ojos.
Noveno paso: Revisión
Antes
de dar al botón “publicar” resulta fundamental que revisemos una serie de
elementos del post para saber si está correctamente escrito, además de
optimizado para SEO, y confirmar que con él estamos enfocándonos hacia los
objetivos propuestos de nuestra estrategia de contenidos.
Ahora
que ya sabes cómo hacer un post para un blog que roce prácticamente la perfección.
Décimo paso: Publicación
Ahora,
sí que sí… ¡ya estás listo para publicar tu post! No obstante, permíteme darte
un consejo. Tomate un tiempo para analizar cuál es el mejor momento para
difundir tu post en los distintos medios que manejas. Encuentra el momento
adecuado y verás cómo los resultados también se ven intensificados.
Espero
que la próxima vez que te plantees hacer un post para un blog tengas en cuenta
estos pasos.
Wow, me encantò
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